martes, 27 de abril de 2010

La tecnología en el futuro


Los compradores corporativos de tecnología están más escépticos que nunca, apoyados por la opinión de algunos expertos que indica que en la actualidad las TI no están en capacidad de brindar ventajas competitivas o crecimiento a las empresas. Es cierto que algunos sectores de la industria no están en su mejor época, pero también se ha visto este tipo de crisis en otras oportunidades. De hecho, la tecnología se ha caracterizado por este tipo de funcionamiento: los nuevos mercados emergen de la fundación de tecnologías maduras y los mercados de masas inevitablemente mutan y evolucionan impredeciblemente.

Sólo para mediados de los noventa, cuando todos tenían una PC, tuvo sentido abrir la conexión a lo que llegó a ser la World Wide Web. Hoy, millones de personas tienen portátiles o dispositivos de mano, lo que promete el rápido desarrollo de las redes inalámbricas. Es simple, la tecnología no se ha establecido todavía y sus días de madurez pueden aún estar lejos. La revolución de la Informática no está reduciendo su velocidad, la está acelerando. El desarrollo de los chips de computadoras se duplica cada 18 meses así como también se mejoran las capacidades de discos y la rapidez de las conexiones a Internet, lo que origina la aparición de nuevos productos desde MP3 y equipos DVD hasta servicios corporativos Web.

Por otra parte los avances suponen a la vez mayores oportunidades para los usuarios. Los titanes de los negocios de hoy desde Wal-Mart hasta Amazon.com y JetBlue Airways deben mucho de su liderazgo al uso particular que han hecho de las TI. Algunas empresas han aprovechado los recursos con mayor efectividad que otros. El debate sobre el valor de la tecnología quizás ha explotado en momentos de repunte de la industria, ya que según estadísticas recientes, se reporta un crecimiento del 4% en la inversión corporativa en tecnología. Aunque debe reconocerse que las cifras nunca alcanzarán los niveles que lograron en los días del boom y se tiene como el mejor pronóstico un modesto 6% o algo más para el próximo año.

Ante este panorama, las empresas de tecnología deben tomar medidas. Entre ellas, adaptar la filosofía empresarial a unos clientes más conscientes del valor por inversión. Los fabricantes deben enfocarse en lo que hacen mejor y dejar el resto al outsourcing. En este nuevo período, los suplidores no pueden seguir actuando como vendedores de puerta en puerta, estableciendo rápidos acuerdos de negocios, sino que deben convertirse en técnicos de sus propios productos antes de enviarlos fuera para que garanticen el funcionamiento armonioso con los productos de otros. En este sentido, las tecnologías que atraigan nuevos segmentos de consumidores serán la clave de la renovación de la tecnología que no necesariamente será más barata sino más fácil de usar. Del camino correcto que tome la industria dependerá también el rumbo económico, ya que el 10% del PIB proviene de ella. Para sacar provecho de las posibles oportunidades las empresas deben reinventarse rápidamente.

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